El Instituto Nacional de Geriatría estima que 1 de cada 4 adultos mayores requiere ayuda para el desempeño de sus actividades diarias. Ante esta necesidad, la solución más común es ponerlos bajo el cuidado de un familiar, amigo o vecino cercano que pueda auxiliarlos en tareas sencillas o complicadas como el aseo personal, los quehaceres domésticos o el control de medicación para ciertos padecimientos.

Sin embargo, esta ardua labor no es reconocida ni remunerada la mayoría de las veces, causando un profundo estado de insatisfacción acompañado de agotamiento físico, mental y emocional en la persona cuidadora.

Esta condición es conocida como síndrome de sobrecarga y se caracteriza por los siguientes síntomas:

  • Estrés crónico.
  • Cansancio excesivo.
  • Rendimiento reducido.
  • Falta de energía.
  • Actitud negativa.
  • Frustración.
  • Culpabilidad.
  • Insomnio.
  • Ansiedad.
  • Falta de concentración.
  • Dolores de cabeza.
  • Problemas intestinales.

El síndrome de sobrecarga se agudizó por el distanciamiento social a raíz de la pandemia, debido a que la responsabilidad de cuidado ya no podía compartirse entre varias personas por el riesgo de contagio. Además, la falta de opciones de esparcimiento fuera del hogar impidió que los cuidadores pudieran distraerse con otras actividades recreativas.

Como consecuencia, muchas personas dedicadas al cuidado experimentan una sensación de escasa libertad, aislamiento y abandono personal con fuertes repercusiones en su calidad de vida y, por lo tanto, en la asistencia que le brindan al adulto mayor.

Para hacerle frente a esta situación se necesita el apoyo del círculo social más cercano a la persona cuidadora y a la persona dependiente, así como nuevos hábitos saludables en el día a día.

Si este es tu caso, te damos algunas recomendaciones para tu rutina de autocuidado:

  • Come en horarios definidos y toma agua constantemente.
  • Lleva una agenda de pendientes para organizarte mejor.
  • Sal de casa y pasea junto a tu adulto mayor durante 30 minutos diarios.
  • Refuerza tus relaciones socioafectivas trabajando en conjunto para el bienestar de tu ser querido.
  • Coordínate con otros miembros de la familia o amigos para distribuir las tareas de cuidado equitativamente y que todos tengan días de descanso.
  • Duerme de 7 a 8 horas diarias.
  • Aprovecha tus días libres para relajarte o dedicarte a alguna actividad de tu interés.
  • Dale aviso a tu círculo de apoyo si presentas síntomas de resfriado o COVID-19 durante esta temporada de frío y reposa un par de días para recuperarte.
  • Habla con tus personas de confianza o pide asesoría psicológica si te sientes triste, irritable o fatigado/a.

Así contribuyes a tu propio bienestar mientras procuras una vejez plena para tu familiar o amigo más amado.

Si necesitas ayuda extra para el cuidado de tu adulto mayor, ponte en contacto con nuestros caregivers. En Visiting Angels nos comprometemos a brindarle atención desde una perspectiva empática y altamente profesional mientras promovemos su independencia en todo momento.

Estamos muy cerca de ti en diferentes ubicaciones en la CDMX, Área Metropolitana, Cuernavaca, Zapopan y en Puebla.

¡Próximamente en Querétaro!

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