Es bien sabido que los adultos mayores tienden a reaccionar más lento a diferentes situaciones cotidianas tales como caminar, comer, incluso a comprender cuando se les cuenta alguna anécdota.
Lo anterior se debe a que a medida que los seres humanos vamos creciendo, cambia la manera en cómo nuestros sentidos —gusto, olfato, tacto, vista y oído— nos brindan información del mundo, puesto que se vuelven menos agudos y esto hace que sea más difícil notar ciertos detalles.
Los sentidos reciben información del ambiente que puede ser en forma de sonido, luces, olores, sabores y tacto; a la cual se le denomina “información sensorial”. Dicha información se convierte en señales nerviosas que son transportadas al cerebro, y allí, las señales se convierten en sensaciones significativas.
Los cambios sensoriales pueden alterar dramáticamente el estilo de vida de las personas, pues pueden presentar entre varios cambios, dificultades para comunicarse, la manera en que se disfrutan o realizan ciertas actividades, y la forma de convivencia con las demás personas.
Los cambios más significativos que se producen para cada sentido son:
- En la Vista: Disminuye la visión nocturna, disminuye la distinción de colores (en especial verde, azul y violeta), disminuye la capacidad para identificar objetos pequeños, incrementa la sensibilidad al brillo, disminución en la percepción de la profundidad.
- En el Gusto y Olfato: Disminuye la percepción de sabores y disminuye la percepción de olores, lo que reduce el interés y placer por alimentarse correctamente.
- En el Oído: Disminuye la capacidad de distinguir sonidos, así como la de audición en general, y existe un incremento de cerumen.
- En el Tacto: Disminuye la capacidad de percibir el frío y el calor, aumenta el riesgo de caídas al disminuir la capacidad de percibir dónde está el cuerpo en relación con el suelo, además se incrementa la sensibilidad en la piel pues reduce su elasticidad.
Es importante tener en cuenta que en cada persona la pérdida o disminución de uno o más de los sentidos es completamente diferente, y sumamente variable, pues todos respondemos de manera distinta a nuestro entorno.
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